ArtículosLibrosVarones

Mirta Fregtman nos cuenta su perspectiva sobre el libro "Por qué los hombres no entendemos a las mujeres"

Cuando comencé a leer este libro pensé:
– A ver qué no entienden los hombres de nosotras las mujeres?
¿Cuál será la dificultad por la cual un hombre no puede entender cómo o qué es una mujer? ¿y que sí entenderán los hombres? qué lograrán percibir de cómo somos?
Y qué imagen tendrán de nosotras los hombres? Y qué imagen tenemos nosotras las mujeres de ellos, los hombres, Se entenderán ellos mismos? Xq nosotras, seamos sinceras, tampoco nos entendemos muchas veces a nosotras mismas… ¿será x eso de las diferencias como que a un blanco le tanta tarea enetender a un negro, o un rico a un pobre… ¡Qué bueno sería que desde afuera, desde otro, desde enfrente o desde un diferente puedan saber quién soy, ¡como en un espejo multiplicador!…
Y arremetí con el libro, y encontré a Guillermo invitando a interrogar: A interrogarnos primero a nosotros mismos, luego a nuestros compañeros, … para conocernos, para poder conocer.
¿Porqué las personas no nos entendemos entre sí? o no entendemos al otro? O a nosotros o nosotras mismas? Será xq no nos indagamos profundamente?
Guillermo alienta desde los agradecimientos del prólogo a la participación cuando nos incluye en la escena; es así que el lector completa con su historia, direccionando con su escucha activa lo que figura escrito.
Guillermo es a mis ojos un poco de vs Guillermos, x ej, es herencia de Guillermo Tell y otro poco de Guille, el hermanito de Mafalda.
Como en Tell se mezclan en él elementos folklóricos, imaginativos, inteligentes para crear estrategias rebeldes, novedosas, innovadoras, en su tarea de liberar al sí mismo de cada uno, y al sí mismo de los otros (seres queridos, pacientes, amigos) por los que desplegamos nuestras mejores herramientas a fin de colaborar en la búsqueda de sus caminos.
Y de Guille tiene la inocencia, la picardía, el humor, la sinceridad, el juego y el saber ingenuo y el sentido común (q como decía escardó es el menos común de los sentidos)…
Guillermo tuvo y tiene el valor de mostrarse aún en lo que otros pudieran haber sentido como error, fracasos, angustias o debilidades y a todo eso él lo convierte en fortalezas, posibilidades o características o misceláneas o “escenas de la vida …” que recién después de consolidarse en la propia persona, se proyectan a la vida conyugal…al decir de Ingmar Bergman.
Saber reírse de sí mismo es muy sabio, permite tener una visión crítica de los hechos, y autoriza a no engolosinarse con los éxitos ni subordinarse o paralizarse por los fracasos y conduce a poder aprender de sí mismo haciendo “camino al andar”.
Así vamos de las debilidades a las fortalezas y Desde las diferencias a las Semejanzas
Parafraseando a Woody Allen hallé un intentar cuestionar acerca de “Todo lo que ud siempre quiso saber sobre”… mujeres y hombres y “no se atrevió a preguntar”…. (sexo y no sólo sexo) Entonces me dije a mí misma: Quizás haya cuestiones acerca de lo que un ser humano no sabe ni sabrá nunca del otro ni de sí mismo, que quizás no sea posible siquiera conocer, pero que lo importante es mover los estereotipos, provocar, estimular, proponer cambio de roles, de juego, de formas, de miradas, y jugarse hacia las alternancias o variaciones en esas conductas que no nos dieron satisfacción o placer o mayor sabiduría o no fueron operativas.
El libro constituye un trabajo honesto en dirección al: “Atreverse.
Atreverse a mirar por dentro las propias culpas, sin absolverse
¡Hay que atreverse!, dice Eladia Blázquez Atreverse con el cariño, con la ternura, llena de… sueños de tantos locos…
Hay que atreverse y valorarse para quererse y ennoblecerse sin desangrarse
Con el auxilio de la memoria tal vez podamos cambiar la historia.
Limpias las manos, alta la frente por ser humanos, hay que atreverse si somos gente”.
— Desde otro ángulo, Guillermo, este libro tuyo, es un descubrirse, un mostrar genuinamente lo que hacés, porqué lo hacés, cómo lo hacés, y esto es de una generosidad que no abunda para nada en nuestro quehacer!! como en muchos otros oficios, … Y eso se agradece, porque a los profesionales noveles les permite equivocarse y corregirse y ser sostenidos por la red de los que avanzaron en ese mismo camino.
Las mismas razones que hicieron que nos acercáramos hace 35 años como compañeros, cocoordinando, estudiando, y como amigos se mantienen y ¡¡pucha q 35 años no es poco!! para continuar con los ideales y una conducta recta. ¡Te felicito! ¡Me gustan mucho las citas que figuran en el libro! Porque refieren al saber erudito y al popular y como dice Gilberto Gil, construyen cultura en la producción sin diferenciación entre ambos. Eso es también parte de una ideología que comparto.
Cuando terminé de leer el libro, que me gustó mucho! Me dí cuenta que a medida que había ido avanzando en la lectura me iba identificando por ser humanos, personas, hijos, por trabajar para la construcción permanente – difícil – amorosa de la pareja y la familia, y por ser padres, y tratar de articularlo con el ser profesional, maestro, psicólogo, amigo, es decir si no fueras psicólogo, igual este libro podría haber sido escrito, porque parte de una Persona y apuntas a otra Personas.
Invito a ubicar este escrito como libro de bitácora, como una posibilidad de encontrarnos ante el espejo de un supuesto diferente o una supuesta polaridad (hombre-mujer, padre-hijo, psicólogo-paciente, sesentón o no, del q vive para trabajar o trabaja para vivir, del proveedor y del provisto) y desde el otro encontrar un semejante.
Se me ocurre este libro como un sendero de resguardo cuando avanzamos por zonas de vulnerabilidad e incertidumbre, como es la vida misma.
Mirta Graciela Fregtman
 
¿Querés compartir tus comentarios del libro? Te invito a que lo dejes en este espacio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *