Ser padre y ser emprendedor: dos roles que desafían
El cargo de “padre” suele llegar sin el capital inicial ni los análisis financieros adecuados… y hay que aprender por el camino. Aquí, cuatro exitosos emprendedores comparten su know-how en el terreno de la paternidad.
Detrás de los creadores de importantes startups y de CEO´s de empresas innovadoras puede haber padres que cambian pañales, ayudan con la tarea o participan activamente en la organización de la fiesta de 15.
Para conocer este “lado más humano” de empresarios exitosos, entrevistamos a Leonardo Valente –economista y socio de GenTecnológico-; a Diego Noriega -fundador y presidente de SegundoHogar.com-; a Juan Pablo Bruzzo -cofundador de MONI, la plataforma que brinda adelantos de dinero en efectivo y en el día- y a Alejando del Pino -COO de EntrenaYa.com Marketplace de Gimnasios y Centros de Fitness en Argentina, México y Chile-.
La tarea de criar un hijo es, tal vez, una de las empresa más “riesgosas” de la vida. Por eso, es muy interesante saber cómo la viven estos cuatro hombres acostumbrados a hacer crecer empresas.
¿Ven alguna diferencia entre su manera de emprender, antes y después de ser padres?
Juan Pablo Bruzzo, papá de Renata (4) y Rafaela (2): “Los primeros 2 o 3 años de los chicos son fuertes si estás involucrado y como yo soy un padre moderno que hace `de todo y más`, claramente no tenía la misma energía que antes. Sin embargo, también es interesante para poner foco y aprender a atender menos cosas pero con más profundidad”.
Diego Noriega, papá de Lastenia (15): “La toma de decisiones cambia, antes de meterme ‘full life’ con algo, evalúo cuestiones que tienen que ver con mi hija. Por ejemplo, tuve una enorme oportunidad profesional que implicaba vivir en EUU y la descarté porque quiero estar en el país en el que vive mi hija”.
Leo Valente, papá de Gregorio (1 año y 3 meses): “La paternidad te hace reflexionar sobre algunas cuestiones de corridas, de horarios, Enzo Ferrari decía que sus pilotos se volvían medio segundo más lentos en la pista cuando les nacía un hijo. Es así, ser padre te hace levantar un poco el pie del acelerador. Y si bien a mí no me hizo sentir la necesidad de un sueldo fijo, sí me dejó claro que hay un límite en las situaciones de riesgo que puedo tomar, porque no hay ambición que justifique ir más allá de mi capacidad de estar presente para mi hijo, y para él tengo que estar vivo, libre y lúcido”.
Alejandro del Pino, papá de Nicolás (8) y Facundo (3): “El hecho de ser padre te cambia y por eso cambia la forma de ver las cosas y de proceder en cuanto a las situaciones que te pasan o te proponés que te pasen”.
¿Cómo interactúan estos roles cuando se dan en una misma persona? ¿Qué le aportan uno al otro?
LV: “El hecho de ser emprendedor me permite tener libertad de horarios como padre. Muchas veces me encuentro teniendo la opción de poder elegir a mi hijo sobre lo laboral y lo hago. Por otro lado, también me lleva a viajar y eso me hace ausentarme de actividades o momentos en los que otros padres pueden estar con sus hijos”.
JPB: “Desarrollé más empatía hacia los padres primerizos, eso me dio más paciencia y me permitió definir qué batallas quiero pelear, también como emprendedor. Además, la crianza me resultó un gran desafío y esto lo vivo día a día a nivel laboral: sabés cuál es tu objetivo, pero no cómo llegar. Como padre, por ejemplo, quiero que mis hijos empiecen a comer correctamente. Ahora, cómo llegar a ese resultado es otra cosa”.
DN: “Tanto con las startups como con mi hija voy probando distintas cosas, por ejemplo, las mejores vías de comunicación.
Cuando uno empieza con una startup se encuentra con un montón de cosas inciertas, con los hijos es igual y además nadie te enseña cómo hacerlo. Por eso a veces es más fácil en el terreno de los negocios: ahora, por ejemplo, estoy en el tema de ponerle límites a mi hija y me cuesta, cuando en una startup estás tomando decisiones y poniendo límites todo el tiempo sin problemas”.
AdP: “Todo hace sinergia y cada cosa que te pasa en lo laboral te puede servir a nivel familiar y viceversa. Claro que quizás en los negocios podés volar un poco más y en el caso de las personas que te rodean eso no es tan fácil porque las emociones y las responsabilidades te coartan un poco al tratarse de tus hijos”.
¿Alguna vez una situación compartida con sus hijos les hizo repensar algo a nivel laboral o viceversa?
LV: “Gregorio todavía es chiquito pero me encontré ya dos o tres veces diciendo ‘¿qué hago organizando esta agenda, haciendo este viaje?’ cuando el costo de no estar con él es tan alto”.
JPB: “Ser padre te hace madurar mucho como persona y te hace cuestionarte cosas trascendentales. Eso también se traslada a lo laboral, claro. A mí la paternidad me llevó a una introspectiva fuerte, a preguntarme quién soy, qué modelo les doy a mi hijos, pensar por qué hago lo que hago –y por qué hago laboralmente lo que hago-“.
AdP: “Las situaciones del día a día con los hijos te hacen desarrollar la prudencia a la hora de tomar decisiones. El hecho de compartir puntos de vista antes de actuar es fundamental y eso se da tanto en lo familiar como en los negocios con tus socios”.
DN: “Por ejemplo, cuando mi hija me pregunta ‘Papá, ¿por qué no vives conmigo?’ o me cuestiona por qué no paso más tiempo con ella, son pocas palabras que te cambian todo”.
¿Cómo manejan sus horarios, con tanta actividad, para compartir momentos con sus hijos? ¿Qué pasa cuando llegan cansados después de un día de trabajo y se ponen el “traje de padre”?
LV: “Yo tengo esta dualidad de que viajo mucho pero cuando estoy en casa estoy presente bastantes horas. Todavía no encuentro la forma de generar un horario aparte, levantarme más temprano y me encuentro trabajando con él dando vueltas, pero por ahora funciona”.
DN: “En una época elegía pasar menos tiempo con ella pero que fuera dedicado al cien por ciento, después me di cuenta de que era mejor compartir más tiempo y que me viera trabajar. No me parece mal que los hijos conozcan la forma en que sus padres viven el día a día”.
JPB: “Aprovecho a full el tema de ser emprendedor y poder manejar mis horarios, estoy con ellas a la mañana, las llevo al colegio, dos veces por semana voy a buscarlas al colegio y trato de llegar temprano. Obviamente, si tuviera que trabajar de 9 a 18 las vería menos”.
AdP: “Hay que tener cuidado con querer hacer ‘de todo’ y después llegar a casa fusilado de cansancio. Lo que me pongo como norte es transformarme en padre/marido cuando llego a casa y abocarme cien por ciento a la familia. Creo que esa es la única forma de asegurarte un negocio exitoso en cuanto a la crianza de tus hijos y al cuidado del matrimonio. Ellos nos necesitan y tenemos que estar y aunque sea difícil apagar la cabeza y dejar de pensar en lo que se viene mañana, hay que hacerlo”.
¿Cómo influye el hecho de ser padre en la posibilidad de ser un emprendedor exitoso?
LV: “Casi todos los emprendedores exitosos que admiro han pasado por la paternidad, de modo que no creo que para emprender haya que ser un solitario, pero tampoco es un mandato. La paternidad te genera empatía con otras personas que pasan por la misma situación que vos, podés entender a tus colaboradores y eso contribuye a la construcción y al manejo de los equipos”.
AdP: “Creo que todo suma y todo resta y deja enseñanza, y en esa enseñanza radica la sabiduría que deja cada cosa que hacemos, tanto en lo familiar como en lo laboral”.
DN: “Todo lo que haga en las empresas tiene que compensar el hecho de no estar con mi hija y quiero que ella lo pueda percibir. Por eso trato de ser una persona con valores e intento generar un impacto positivo en los equipos y en la sociedad”.
JPB: “Influye desde la sumatoria de experiencias. Me ha pasado como emprendedor tener que ser perseverante ante situaciones inesperadas o no tan buenas y eso mismo me pasa cotidianamente con mis hijas: me frustro cuando no logro algo que quiero con ellas pero puedo seguir adelante”.
Como emprendedor, ¿qué le pedirías de regalo a tu hijo, para el Día del Padre?
LV: “Me encantaría que, en algún momento, pueda contarle a otro de qué trabaja su papá, que logre construir una buena respuesta”.
JPB: “Inquietud, me gusta cuando las veo interesadas en un tema y empiezan a preguntarte, por ejemplo del espacio, la luna y el sol… Para mí es un regalo que tengan ese tipo de inquietudes, esa curiosidad y poder acompañarlas a aprender de todas la experiencias”.
DN: “La semana pasada mi hija me contó que estaba en una clase sobre empresas y que empezaba a entender un poco lo que yo hacía, me preguntaba sobre facturación, sobre definiciones de tipo y tamaño de las empresas… creo que es un gran regalo poder compartir conocimiento y de una manera proactivamente propuesta por ella. Tiene que ver también con que ella vea y materialice el esfuerzo que hace uno”.
AdP: “El mejor regalo para todos es que sean felices, y que nunca dejen de creer que se puede. Que vivan la vida que quieran vivir y que sean conscientes de que eso no es gratis. Siempre recuerdo una canción de Los Cafres que dice ‘la suerte es amiga de la acción’. Para lograr las cosas hay que laburar y de eso hacer un disfrute”.
Publicado el 18 junio en Endeavor
Imagen: Paternidad Raquel Reis