¿Qué significado tiene la mirada femenina?
En la pubertad recuerdo que les propusimos a mis padres una reunión familiar, juntos con mis hermanos comenzamos la charla interrogándolos acerca de la distribución de sus roles en la vida familiar. Ellos, oponiéndose consciente y explícitamente a algunos aspectos de sus modelos familiares, aportaron, como representantes del marco social, a despertar y dar cabida a nuestras contradicciones. Si bien papá se hacía cargo de ser el proveedor y dejaba en manos de mamá nuestra crianza y la responsabilidad de los quehaceres domésticos, la distribución no era tajante.
El podía participar activamente en tareas domésticas, lavando los platos después de cenar, comprando los huevos camino al hospital, cocinando algunos fines de semana, dándose maña para hacer las reparaciones hogareñas, además de llevarnos todas las mañanas a la escuela… Ella trabajó con él en el Laboratorio, se dedicó a hacer inversiones en la Bolsa, tomó la iniciativa de comprar un terreno en la costa, tramitó créditos, y concretó diversas operaciones inmobiliarias.
También estudio en la Universidad y se graduó.
De chico, recuerdo la imagen de mi abuelo en la cabecera de una gran mesa. Eran los almuerzos del domingo. La avanzada feminista familiar, aguerrida y temerosa, fumaba a escondidas y pugnaba por enfrentarlo.
Hoy, entre varones, con la ausencia de la mirada femenina, se perciben algunos de sus significados. Surge la peculiaridad del encuentro entre varones. Las intensidades de la energía masculina. El lugar que ocupa la amistad y la intimidad. Los temores a los homosexualidad como obturadores del encuentro. El reconocimiento de la propia sensibilidad. Las confusiones entre sensibilidad y blandura, firmeza y dureza. Las posibilidades y los límite de la confianza. El dolor de aguantar solo. El imperativo de aguantar y sostenerse sin ni una lágrima. Las exigencias. Los ideales heroicos que rigen cada una de las acciones de la vida cotidiana. La dificultad para reconocer las propias necesidades. Los imperativos de proveer a las necesidades de otros, tanto material, afectiva o sexualmente. Los resentimientos. Las restricciones de la capacidad de vivir, amar y alegrarse. La peculiaridad con los padres, hijos, abuelos, tíos… Las posibilidades de nutrirse y sostenerse entre varones.
Tem um tom intuitivo, curioso, doce e compreensivo, privilegiando o subjetivo