Te acompaño pero me aburro. Y qué paso con antón pirulero…
¡Cuidado con los hombres que se aburren al ir de compras!
Un chino no soportó la maratón de shopping de su novia y se tiró del séptimo piso de un centro comercial
«Miserable Men» recopila imágenes de lo tedioso que es para algunos acompañar de compras a sus parejas
La serie de fotos hace furor en las redes sociales, pero no apiadó a la pareja de Matt, que sigue de compras. El suicidio de un chino, al arrojarse desde el séptimo piso de un centro comercial, harto de acompañar a su novia en una interminable jornada de shopping, puso hace pocas semanas en primer plano el «sufrimiento» de muchos hombres ante la afición por las compras de sus parejas femeninas.
Ahora, se puso de moda una cuenta de Instagram que recopila imágenes del aburrimiento masculino en el papel de acompañantes en las compras, según una información del diario madrileño ABC.
A comienzos de diciembre pasado, Tao Hsiao, de 38 años, se tiró desde el séptimo piso de un centro comercial chino, después de una discusión con su novia. Luego de cinco horas de recorrer locales, ella insistía en visitar otra tienda, que ofrecía descuentos de zapatos, antes de emprender el retorno a casa.
La tragedia ocurrió en el centro comercial Pengcheng Plaza, en la ciudad de Xuzhou, en el sur del país, y fue noticia en los principales medios de prensa chinos. «Él le dijo que ella ya tenía suficientes zapatos, incluso de los que podría llegar a usar en toda su vida, y que no tenía sentido seguir comprando más» , explicó uno de los testigos a los periodistas de la TV.
El testigo añadió que la chica comenzó a gritar a su novio, acusándole de ser «un tacaño» y de «echar a perder la Navidad» . Por su parte, otro testigo aseguró al diario Guangming que durante la rabieta, Tao acusó a su novia de tener gastos demasiado caros. Entre reproches que iban subiendo de tono, la discusión terminó cuando Tao dejó las bolsas que cargaba hacía rato y saltó desde un balcón del centro comercial.
En una infeliz coincidencia, cayó cerca de unas tiendas de productos de cosmética y murió en el acto. El caso de Matt -su apellido permanece en secreto- es menos dramático, pero más aburrido.
Mucho antes de conocer la desgracia de Tao en China, su propia peripecia lo movió a difundir en Instagram el tedio de los hombres en las interminables jornadas de compras. Cuando descubrió que no era el único en sufrir por esta situación, el hombre decidió crear una cuenta en la popular red social de fotografías, con la finalidad de demostrar a su novia que no a todos les parece divertido salir de compras.
Hoy, «Miserable Men» , como la tituló, es furor en las redes sociales. «Llevaba dos años acompañando a mi novia a hacer sus compras, viendo a otros hombres dormidos, jugueteando con el celular, aburridos y respondiendo constantemente a la pregunta `¿Qué tal me queda?`.
Entonces me pregunté cómo se me vería a mí» , contó. Matt decidió entonces tomar fotos de otros en su misma situación. «Empecé a publicar las fotos en Instagram hace un año y ahora me doy cuenta de que se trata de un problema global, lo cual resulta divertido y a la vez deprimente» , dijo.
Son más de 400 imágenes recopiladas de hombres con cara de aburrimiento y sueño. Muchos de ellos juguetean con sus celulares. Otros se arrojan sobre algún sillón o al menos una silla.
Algunos deambulan de un lado a otro y no pocos se sientan directamente en el suelo a esperar que pase el tiempo. Entre las fotos hay varias de hombres durmiendo, incluso rodeados de gente de compras. Algunos, precavidos, se llevan un diario para entretenerse.
A un año de su apertura, la cuenta tiene más de 30 mil seguidores. Además, ofrece una dirección de correo para que cualquier otro «miserable man» pueda compartir con el resto del mundo las imágenes de su padecimiento.
Matt logró difusión y cierta fama, pero confesó que no logró convencer a su novia para que no lo obligue a acompañarla en sus tours de compras.
Publicado el Sábado 4 de enero de 2014 en DA/El Pais/Uruguay | El Universal
Furor por las fotos de hombres que se aburren mientras ellas compran
Un usuario sube imágenes que recibe de todo el mundo. Y ya tiene miles de seguidores
Un hombre acompaña a su mujer a un negocio de ropa. Se aburre y empieza a jugar con su teléfono celular. Saca fotos a otros que, como él, ya no sabe que hacer para combatir el aburrimiento. Ese hombre, que es todos los hombres, es Matt Stroud, tiene 34 años y vive en Los Angeles. Y su método contra el aburrimiento se convirtió en una tarea que le demanda cada vez más tiempo: creó un usuario en la red social Instagram, llamado “Miserable 66 mil seguidores.
Como en cada proyecto que se viraliza, la clave está en la empatía: sentir que hay muchos otros en la misma situación y que ellos pueden entusiasmarse con la idea. Hoy Matt recibe 50 fotos por día (hay que mandarlas al mail miserablemenpics@gmail.com), aunque publica solo las mejores, a un ritmo de una o dos por día, como las que ilustran esta página.
“Empecé hace un año –responde Matt a Clarín por mail–. Le sacaba fotos a otros “miserable men” mientras mi novia hacía compras por ahí. Tenía la intención de hacer un libro, pero siempre estuve demasiado ocupado para eso. Por toda la cuestión burocrática que eso demanda lo terminaba postergando”, dice Matt, que tiene una empresa de decoración de interiores. “Cuando apareció Instagram empecé a postear fotos y la gente me empezó a mandar fotos de todo el mundo. Nunca antes había estado involucrado de esta manera con las redes sociales, no es que haya tenido otros experimentos como este, pero así funcionan estas cosas: parece el lugar perfecto para viralizar fotos”, concluye Stroud.
“A finales de los 70 y en los 80, los hombres acompañaban a las mujeres a la boutique –explica Susana Saulquin, socióloga especializada en moda y vestimenta–. Incluso había negocios que les ofrecían café y whisky para amenizar la espera. Pero era otra relación, porque el hombre era el que sacaba la chequera para pagar. Ahora hay una relación más de compinches. Los hombres acompañan a pesar de que ellas tienen autonomía y suelen pagar lo que compran. Pero también esto se da porque las mujeres han logrado imponerse. Ejercen su poder sobre los hombres y los terminan arrastrando a un lugar al que en realidad los hombres no quieren ir”, dice Saulquin.
Según una encuesta de la consultora One Poll, las mujeres pasan en los negocios de ropa un promedio de 300 horas al año (casi 50 minutos diarios). El estudio también divide las compras según el tipo de artículo: 100 horas por año son para comprar ropa, 40 para comprar zapatos y calzado en general, 30 horas son para bolsos y carteras, y 17 para artículos de perfumería y cosmética. También hay otras 100 horas por año que las dedican a buscar promociones o simplemente a recorrer negocios, sin un plan previo de compra.
A pesar de la tendencia, los negocios de ropa de hombres ganan cada vez más lugar. Hay nuevas marcas y diferentes estilos que hablan de un nuevo perfil de consumidor. “Los hombres tienen ahora más opciones”, dice Saulquin. Y además de las opciones de ropa, tienen un sitio para entretenerse.
Publicado en C L A R I N 23/02/2014