Tato Romero nos cuenta su perspectiva sobre el libro “Por qué los hombres no entendemos a las mujeres
Reflexión acerca de una primera lectura del libro.
No es casual que la primera palabra que abre el titulo del libro sea PORQUE . Pareciera que Guillermo ha hecho del PORQUE un ejercicio de resignificación que me interesa destacar.
No es un ¿porque? con expectativa de respuesta única y clausura de la pregunta, es un ¿porque? de duda que utiliza como reducción de incertidumbre donde la respuesta primera es un punto de partida no de llegada.
El principio de incertidumbre y la búsqueda de su reducción configuran un dispositivo que permanece abierto a la posibilidad de cambio.
En la contemporaneidad este estado de abierto al cambio agrega un plus de valor a la mirada de un mundo donde las certezas han caido y la duda y la ambiguedad dominan el sentido y lo hacen provisorio cambiante, mas bien una deriva que ancla momentaneamente mientras navegamos la transición.
Al no haber mapa Guillermo advierte sobre los imaginarios que construyen mandatos (clisses) de los modos “adecuados” de estar en el mundo tanto desbaratandolos como advirtiendo cuando se reciclan para volver a mandar.
Guillermo no nos dice COMO “solo” nos propone (nada menos) un dispositivo de abordaje: EL DIALOGO.
…”Cuando te miro a los ojos hay algo del mundo que yo no veo y a tus ojos les pasa lo mismo”…(Bajtin) mostramelo que yo tambien lo haré.
Este paradigma dialogico plantea un mundo de comunicación abierta donde nunca algo es totalmente determinado y menos en forma previa como un clisse. Nos ubica en la idea de simultaneidad donde el que enuncia tiene una idea de como interpretará lo enunciado el interpretante; de relatividad donde frente a una idea no habrá una sola interpretación por lo menos dos y de interacción, una especie de variable constante de articulación-desarticulación de particulas de sentido que van de un lugar a otro cada vez. Todo esto no quiere decir que un enunciado tenga cualquier significado sino que no tiene uno solo nos advierte.
En el DIALOGO la DIFERENCIA QUE EL OTRO TRAE ES IRREDUCTIBLE, supone acuerdos minimos para poder funcionar pero nunca la anulación de la diferencia que es el desacuerdo, el disenso, el conflicto que representa la posibilidad de existencia de las multiples partes que esto trae.
La DEMOCRACIA es esencialmente CONFLICTO solo el totalitarismo puede pensarse sin conflicto pues lo anula en pos de UN ORDEN.
Guillermo al instalar el DIALOGISMO propone a mi modo de ver un sentido profundamente liberador donde al valorar la diferencia nos impulsa a alterar el orden previo en todos los ordenes del pensamiento, el sentimiento y la acción .
Tato Romero