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El malestar en el ámbito del trabajo. La importancia de descansar, distraerse y divertirse – 5ta. parte

La articulación persona – rol profesional
Reconocida la necesidad de una instancia de cuidado, hemos llegado a la pregunta por el “cómo”:
¿Cómo trabajar para mejorar la calidad de vida?

  • ¿Cómo instalar este trabajo entre nosotros?


Hace algunos años coordiné un programa de “Saneamiento del rol profesional, supervisión y formación permanente” en el Hospital Pirovano para un equipo de colegas encargados de la atención de niñas y niños. Este programa  venía teniendo escasa repercusión entre los médicos, incluso era rechazado por algunos.
Al final del año comenzaron a visibilizarse situaciones como alcoholismo, agresión y autoagresión en los profesionales, la gremial médica se contactó con nosotros: ¿Qué es lo que están haciendo Uds.? ¿Podríamos implementar algo para el hospital en general?
Así nacieron unas Jornadas que permitieron problematizar estas situaciones que hasta ese momento solo se comentaban en los pasillos desde la angustia y la desesperación. A partir de allí dejamos de trabajar sólo para los que sabían del programa y estaban sensibilizados con el tema.
Ante los hechos consumados, aparecía la necesidad de  dar respuesta al desgaste de los profesionales…
Este tipo de situaciones tiene lugar cuando la atención primaria, la prevención, llega tarde y se produce el pasaje al acto: alcoholismo, tabaquismo, situaciones extremas de violencia, maltrato dentro de la familia, e inclusive situaciones de atentar contra uno mismo, a veces explícitas, y a veces implícitas bajo la forma de accidentes.
Nos encontramos entonces en una situación más complicada que el burn out, estamos francamente ante un cuadro de estrés post-traumático, generado desde la exposición permanente al dolor y el padecimiento vivido y relatado por otros, que agravado por las circunstancias poco favorables institucionales nos coloca en la situación de trauma “vicariante” ya mencionado.
En ese momento el tipo de abordaje requerido es distinto, ya no estaríamos en un plano preventivo, sino que ahí tendríamos que plantearnos en simultáneo un trabajo con el conjunto a nivel de atención primaria y un tratamiento focalizando en el profesional que ha pasado a estar enfermo.
En esta instancia, en estos niveles en los que el estrés post-traumático ya está instalado, considero que el trabajo más eficaz a realizar es a partir de la implementación de técnicas como el EMDR que apuntan a la desensibilización y el reprocesamiento desde una perspectiva holística abordando integralmente las áreas de la conducta.
Volviendo a la idea que quiero desarrollar en este seminario, me interesa enfocar el momento previo del estadío del cuadro declarado de stress post traumático; el momento donde es posible la prevención: el curarse en salud, cuidar de uno mismo con otros, me interesa hablar de la manera de abordar esta problemática en los grupos que caracterizamos como: “saneamiento del rol profesional”.
Estos grupos nacieron con la idea de poder tomar en cuenta lo que vamos viviendo como profesionales en el ejercicio del rol, en circunstancias cotidianas de trabajo,  poder compartir con otros profesionales lo que nos van sucediendo y lograr que los obstáculos con los que nos vamos encontrando dispongan de un espacio para ser desensibilizados, procesados y que generen aprendizajes.
Estoy hablando de las situaciones donde nos sentimos incómodos, trabados, esas situaciones que cada uno de nosotros podemos reconocer y tener presentes, ya sea porque no nos dejan dormir, o porque son las que aparecen en nuestros pensamientos cuando vamos yendo de acá para allá,  que se nos tornan problemáticas y para las que en la mayoría de los casos no tenemos ámbitos pensados o validados para poder afrontarlas.
La propuesta es contar con un espacio grupal donde reconocer este tipo de situaciones, y poder abordarlas con otros, de forma tal que a través de un trabajo lúdico y creativo podamos lograr que esto que aparecía como un obstáculo comience a ser aprovechado para trabajar con otros produciendo un aprendizaje que nos permita salir nutridos y con nuevas herramientas para el desempeño del rol.
Pienso la importancia de lo lúdico y el humor retomando conceptos de Winicott que nos mostraba como los chicos que no juegan al no tener oportunidad de elaborar y procesar las experiencias de su vida, enfermaban.
Algo parecido sucede con nosotros cuando no nos damos la oportunidad de jugar.
En esta dirección, en mi práctica profesional y en el trabajo con otros me ha resultado muy útil la implementación de los trabajos grupales con la incorporación de psicodrama como facilitador para poder considerar nuestro quehacer en el marco de la formación permanente, la supervisión y el saneamiento del rol profesional.
Respecto de la dimensión grupal cabe hacer algunas puntuaciones: juntar personas a trabajar sobre un tema en común que los convoca no necesariamente es un dispositivo que garantice el éxito del encuentro. Es fundamental el dispositivo que implemente el coordinador de acuerdo a cada situación.
En épocas como la actual donde el individualismo se ha incrementado en niveles inimaginables, reunir gente puede generar una circunstancia donde todos se sientan amenazados y no se visibilice la interdependencia ni la solidaridad.
Hemos desarrollado esta cuestión con la Lic. Ana María Rothman tanto respecto de los grupos terapéuticos como de los llamados grupos de supervisión  en los artículos: “Una clínica grupal psicodramática templada en tiempos de crisis” y “Control, Supervisión, Covisión, devenires en el análisis de la articulación persona-rol profesional” Quien quiera profundizar sobre esta cuestión los mismos están disponibles en la sección artículos de www.clinicasgrupales.com.ar,
El psicodrama como concepción de lo grupal tiene la virtud de integrar lo corporal, la acción, lo emocional y la palabra. Niveles de abordaje que a mi juicio son imprescindibles de tener en cuenta simultáneamente para un procesamiento y elaboración  de este tipo de situaciones que repercuten nocivamente en la articulación rol profesional / persona.
Recordemos que cuando se habla del proceso de burn out, del quemarse, lo que se quema es la vocación, la identidad profesional, el rol profesional, pero este proceso repercute en todas las áreas del desempeño de la persona.
Durante mi época de maestro nos reuníamos los sábados con el equipo de los docentes para jugar, tomar mate, pero además de eso compartíamos lo que nos estaba pasando con nuestros respectivos cursos,  cómo nos sentíamos frente a los alumnos y sus circunstancias, etc.  Significaba compartir entre pares lo que nos estaba pasando, poder conversarlo y sentirnos acompañados, darnos cuenta de que las vivencias no eran cuestiones individuales, sino cosas que nos ocurrían a todos.
Ese fue el momento donde nació la conciencia de que poder compartir entre pares, a nivel profesional, acerca de los devenires en el marco de las tareas que cada uno realiza permite acceder justamente a un saneamiento del rol profesional: curarnos en salud y poder conservar ese entusiasmo, esas ganas desde las que nos volcamos a realizar nuestra actividad.
 

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