El modelo de Deconstrucción Dramática aplicado para el abordaje del Stress laboral y el Burn Out
Desde el 2 de junio comenzó a distribuirse la edición Nº 123 de la Revista Campo Grupal. En esta ocasión publicaron un artículo de mi autoría: «Propuesta para el afrontamiento del stress laboral y el burn out» Deconstrucción Dramática.
Este modelo de abordaje es el resultado de años de investigación en la acción con grupos de distintas instituciones, en empresas públicas y privadas, en diferentes países de Iberoamérica, así como también en grupos de formación*.
Hoy puedo decir que está especialmente dirigido a personas e instituciones que consideren importante conservar el entusiasmo y la pasión en el ejercicio cotidiano del rol laboral a través de un camino que, sin dejar de afrontar el dolor, la carencia y la vulnerabilidad, apunta a instalar un clima de esperanza, despliegue del potencial humano, reciclado de la vocación y abundancia de recursos.
{A continuación pueden leer el artículo completo:}
Es un dispositivo grupal eficaz tanto para quienes recién comienzan a desempeñar su tarea, enfrentándose a situaciones que los sorprenden o desconciertan, como para quienes desempeñan su trabajo hace largo tiempo y perciben en él sensaciones de contrariedad, inseguridad, pérdida de autoestima, mal humor, agresividad, aburrimiento, tristeza, culpa, angustia, intolerancia, cansancio, etc.
El dispositivo que hoy convalido a partir de las diferentes transformaciones y adaptaciones a las que he ido arribando como resultado de las múltiples experiencias realizadas así como también de las perspectivas teóricas y técnicas en las que he ido abrevando y con las cuales me he ido nutriendo.
Más que un protocolo en tanto receta o serie de pasos, voy a plantear a partir de algunos ejemplos un conjunto de criterios, pasos lógicos, secuencias, condiciones necesarias y condiciones suficientes en el desarrollo del trabajo grupal para arribar a puerto con la tripulación armonizada y equilibrada en el punto de tensión de sus contradicciones que lo habilite a la creación y habiendo realizado algún aprendizaje que le permita reconocer aspectos de su potencial en lo personal así como una perspectiva en el conjunto como equipo que ha accedido a un diferencial posible en su performance.
La propuesta de trabajo grupal está centrada en recuperar la condición del otro como semejante, con quien construir un vínculo de confianza mutua, respeto, encuentro y trabajo en equipo.
Frases como: ”Todo proyecto laboral es un proyecto de vida”, o bien la pregunta: “Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir” dan cuenta de que el trabajo suele ser un tiempo importante de nuestras vidas, un tiempo en el que entramos en interacción con otros: compañeros, colegas, jefes, directores, personas a cargo, pacientes, alumnos, clientes, proveedores, etc., los que desde el punto de vista de su status estarán a la par, por encima o por debajo de nosotros.
Los vínculos que se generan en las interacciones están condimentados con todas las posibilidades en las interacciones humanas, desde las maravillosas hasta las siniestras.
Resultas de esto es que el ámbito laboral, en tanto ámbito vincular, es una fuente de interrelaciones que pueden contribuir al bienestar y al crecimiento personal, así como pueden ser fuente de padecimiento y empobrecimiento personal, pudiendo llegar al extremo de lo que hoy se denomina moobing en las instituciones, bulling en el ámbito educativo.
Desde este clima intrainstitucional donde cada uno desempeña su tarea es que en muchos casos se contacta con otros –clientes, pacientes, alumnos, etc. – que sufren.
Este contacto permanente con personas que expresan dolor y narran sus historias de sufrimiento puede ir generando en quien las escucha lo que hoy se denomina “trauma vicariante” si no se dan las condiciones para metabolizar / digerir dichas circunstancias, lo que depende no solo del clima intrainstitucional sino también de la capacidad resiliente de cada uno.
Las vivencias perturbadoras que pueden aparecer tanto en el marco de los vínculos intra institucionales como en los vínculos extra institucionales, ya sea con los clientes internos como con los clientes externos, en muchos casos activan o gatillan vivencias perturbadoras de nuestras vidas, y en vez de conectarnos con nuestras herramientas, con nuestra flexibilidad, nuestras habilidades y capacidades, nos dejan paralizados, impotentes, sin saber qué hacer ni cómo, frecuentemente en estado de angustia y con dolores corporales.
Estas vivencias que generan incomodidad en el presente suelen tener conexión a nivel de su estructura relacional y del tipo de afectación desencadenada con experiencias anteriores de nuestras vidas, que se activan como el diapasón al sonar determinada nota. Esta sintonía entre la vivencia perturbadora del presente y los acontecimientos del pasado, que se actualizan despabilando a los fantasmas, contribuye a que ya no sea solo lo que nos está ocurriendo en el aquí y ahora sino que también se actualizan las situaciones donde no pudimos hacer un proceso de afrontamiento y procesamiento pleno. Las vivencias antiguas que se nos hacen actuales en nuestro presente, aunque pertenezcan a momentos ya pasados, suelen estar registradas a diversos niveles: emocional, corporal, cognitivo y relacional; interfiriendo nuestra capacidad adaptativa en las conductas actuales.
La elaboración y procesamiento de dichas conductas pretéritas contribuirá positivamente a incorporar herramientas para el conflicto presente, lo cual requiere un abordaje en un clima de seguridad psicológica, contención y confianza que permita abrir simultáneamente todos los candados de las diversas compuertas en las que hemos confinado lo que se hubo constituido en el dolor, la ofensa, y la vergüenza que dicha circunstancia conlleva para nosotros mismos. Para ello necesitamos abordar las situaciones simultáneamente desde todos los niveles de inscripción logrando producir un efecto de elaboración y procesamiento holístico.
Por este camino podremos encontrarnos con los recursos que hoy sí tenemos para afrontar la situación presente.
¿Cómo podemos hacer esto?
En los talleres de una jornada partimos desde el abordaje teórico del Burn out y el Estrés Laboral apuntando tanto al planteo de algunos elementos teóricos como anécdotas, ejemplos, casos, chistes y viñetas clínicas para producir un efecto de sensibilización con el tema.
A partir de esta introducción que opera como re-definición del foco así como de relevamiento de las expectativas explicitas e implícitas de los integrantes del conjunto pasamos a algún juego de presentaciones – diferente según el número de personas y del clima grupal – que permita simultáneamente ir construyendo un entramado vincular así como el armado de un archivo de escenas asociadas.
Esta instancia permite reconocer y aceptar que es lo que se constituye como escena conflictiva para cada uno, constatar las similitudes y diferencias con las de los otros integrantes de la reunión y así empezar a tener cierta percepción de quienes son los compañeros de trabajo en el aquí y ahora respecto a esta temática.
En ese clima donde el anonimato deja de reinar y el otro se insinúa como semejante que también está afectado por alguna situación; ya sea distinta, similar, parecida, idéntica o absolutamente diferente, es que podemos proponer que cada uno se contacte consigo mismo a nivel emocional y perciba qué clima predomina en él cuando recuerda esta escena conflictiva de la vida laboral, que intensidad tiene la emoción disruptiva predominante de ese clima interno y qué sensaciones corporales le despierta.
El momento de puesta en común de las escenas conflictivas y las emociones que las mismas despiertan en cada uno implica un salto cualitativo en relación a la construcción del clima grupal, la percepción del grupo de trabajo, el centrado en la tarea y la percepción de los otros como semejantes.
El momento de puesta en común de los nombres elegidos para las escenas conflictivas y las formas particulares en que cada uno nombro las emociones asociadas nos aproxima a la integración del pensamiento, la escena y la emoción.
Aquí es importante tener en cuenta que la escena nos provee de una foto/ imagen que recorta una situación en la que el protagonista experimenta algún grado de incomodidad, un estar disruptivo para sí, el ponerla en juego, el compartirla con los compañeros fundamentalmente le provee al protagonista la oportunidad de volver a mirar aquello que en muchos casos se le imponía en sus recuerdos de diferentes maneras.
Así como la foto/imagen está acompañada de una idea peculiar sobre sí mismo, la emoción tiene un matiz especial para cada persona como así también las sensaciones corporales que si bien en algunos casos son nombradas por las mismas palabras y podrían generar una cierta sensación de similitud en la vivencia que tienta hacia ciertos grados de supuesto entendimiento “a mí me pasa lo mismo que Ud.”, “somos como hermanos”,” me siento comprendido por vos” en realidad evita el reconocimiento de las peculiaridades, las diferencias y la necesidad de cada uno de afrontar su problemática con otros que lo acompañan pero que no pueden hacer las cosas por él.
Una técnica de trabajo útil en esta instancia suele ser la concretización articulada con el espejo múltiple.
A esta altura me parece interesante puntualizar algunos de los pasos lógicos implícitos en este abordaje y que son la brújula del accionar para el coordinador más allá del protocolo que haya preparado en cada ocasión:
1. Salir de la posición “yo solo con mi problema atravesado por la fragilidad/vulnerabilidad”
2. Entrar en contacto con otros en un clima de confianza y seguridad psicológica.
3. Abordar el problema que nos perturba, invade, conmueve, fragiliza, invirtiendo la relación afuera – adentro a adentro – afuera, reconociendo lo que es e instalando una perspectiva de “qué puedo hacer yo con esto” responsabilizándome activamente ante el problema. De manera que se habilite el pasaje de victima a protagonista.
4. Desde una emocionalidad positiva: estar acompañado en un clima de seguridad psicológica y centrado en lo que sí tengo: abundancia vs escasez, re considerar la situación y construir alternativas en el marco de la producción colectiva que habilita el despliegue de la creatividad de cada uno.
5. Cambio de posicionamiento subjetivo a partir la incorporación de la posibilidad de improvisación espontanea y creativa.
6. Articulación de la creatividad y la espontaneidad del momento de producción grupal con la disciplina/compromiso necesarios para sostener y construir las opciones “visibilizadas” y/o “visualizadas”.
7. instalación en un lugar vital, optimista, que exorciza la posibilidad de dejarse adormecer por el mal de época: la depresión, el no sentido de la vida, la pérdida de las utopías.
Si bien en la mayoría de las experiencias realizadas el trabajo con la concretización articulada con el espejo múltiple ya nos provee de un cambio en la perspectiva emocional desde la cual cada participante se visualiza ahora frente a la situación que había sido evocada en el inicio del trabajo, denotando un cierto nivel de elaboración que genera un cambio notorio en el clima emocional hacia sensaciones de bienestar, suele haber participantes que a esta altura del trabajo tienen una emocionalidad disruptiva.
Serán los protagonistas del segundo ciclo en el cual los otros integrantes del grupo operarán como público continente, yo auxiliares disponibles.
Con los protagonistas de esta etapa es conveniente incluir alguna consigna sobre el volver a mirar la foto evocada en el inicio del trabajo y detenerse a percibirla en general y en particular observarse a sí mismos.
A partir de este nuevo contacto con la escena y de las diferencias que pudieran observar con la evocación inicial podremos trabajar con la emoción negativa que la persona percibe en si mismo viéndose en esa imagen y la identificación, en su percepción, de lo opuesto a este estado emocional negativo para dar un paso más en la elaboración posible desde la articulación entre ambos opuestos, ya sea a través del juego: “la otra cara del personaje”, ya sea desde diálogos psicodramáticos entre aspectos del yo con o sin testigo.
En esta instancia de trabajo con la emocionalidad disruptiva puede ser útil también, antes de buscar el opuesto para cada uno, ahondar tanto en la evaluación de su intensidad como de sus cualidades. Aquí es muy interesante dejarse sorprender por lo que cada persona considera que es lo opuesto de su emocionalidad. Muchas veces nos encontraremos con enunciaciones que tendremos que interrogar para poder acompañarlas en sintonía con la manera en que la experimenta la persona logrando ejercer la mejor abstinencia de la que seamos capaces como coordinadores.
Tanto en esta etapa como en las anteriores la función del coordinador no es interpretar sino acompañar, promover la creación y la autonomía, contribuir a que cada uno transcurra por su proceso, garantizar un clima de seguridad psicológica grupal haciendo los cortes necesarios para sostener las tensiones creativas y darles cauce.
Llegados a este momento con un clima grupal positivo suelo pasar a una instancia de trabajo con alguna de las escenas eligiendo aquella o aquellas que tienen más pregnancia para el conjunto para lo cual introduzco diferentes juegos como manera de lograr una elección sociométrica que opere como caldeamiento específico y genere las condiciones para el compromiso con la escena elegida.
También puedo llegar por el camino de armar subgrupos con algún criterio que aludan a sintonías del aquí y ahora donde se compartan aspectos de las escenas evocadas por cada uno a los efectos de elegir alguna para tomarla como estructura sobre la cual improvisar desde los roles que se asignen.
La investigación psicodramática y el rol playing habilitan la posibilidad de abrir nuevos niveles de comprensión de las situaciones planteadas, ampliar la noción del conjunto de los afectos implícitos en las situaciones desbordantes o traumáticas llegando a través del juego a un nivel de elaboración que en la mayoría de los casos permite llevar a un clima de distensión, esperanza y armonía, que facilita el reconocimiento de los obstáculos, la aceptación de los mismos y la percepción de nuevos cursos de acción posibles.
En todos los casos es importante el reconocimiento de las propias necesidades de cuidado y la función continente del grupo a partir de la construcción de un espacio de confianza que transforma a los conjuntos de personas en equipos funcionales y operativos.
En el cierre es fundamental que cada uno de los participantes pueda despedirse del conjunto compartiendo el significado que esta experiencia ha tenido para él pasando del nivel de la vivencia a la reflexión.
Para generar las condiciones de procesamiento y elaboración apoyados en la “deconstrucción dramática” se requiere transcurrir por toda la actividad para que se instale la incorporación de herramientas/aprendizaje operando lo que denomino “Entrenamiento y saneamiento del rol profesional”.
Por este camino podremos lograr que los participantes cierren su jornada incorporando elementos que les permitan:
- Concebir cada obstáculo laboral como una nueva oportunidad.
- Elaborar las situaciones traumáticas disparadas por las situaciones conflictivas presentes.
- Actualizar el deseo que definió su elección vocacional.
- Experimentar la satisfacción de poder ejercer la actividad elegida.
- Profundizar las redes de contactos con los colegas en tanto aliados.
- Ampliar la propia potencialidad, tanto en el trabajo individual como en equipo.
- Sostener y/o recuperar la alegría y la esperanza en la práctica laboral para, de esta manera, posicionarse como arquitectos de su futuro.
*Como los que venimos realizando anualmente en el Anexo del Hospital Pirovano en los últimos quince años, con los Técnicos del Hospital Pirovano en el 2009, en los Congresos Internacionales de Psicotraumatología en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante los últimos diez años, en ARAPDIS Barcelona – España – Clínica de rehabilitación psico social y en ESCAT Escuela de Psicodrama y Sociodrama de Barcelona en febrero/marzo del 2010.
Guillermo Augusto Vilaseca es Licenciado en Psicología de la UBA, especialista en grupos e investigador sobre dispositivos para afrontar situaciones de crisis. Esta formado en EMDR. Fundó y dirige los sitios Web www.clinicasgrupales.com.ar y www.varones.com.ar . Fue Presidente de la Sociedad Argentina de Psicodrama, y actualmente es miembro de la International Association for Studies of Men (IASOM). Suele desempeñarse como profesor invitado en Universidades nacionales y del extranjero. Mail: vilaseca@retina.ar
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Hola Guillermo: cómo estás?
En el caso del texto «Deconstrucción psicodramática (propuesta para el afrontamiento del estress laboral y born-out), para comenzar, me agrada el título porque nos hace sentir curiosidad sobre lo que será construído.
Adhiero al propósito enunciado así: «recuperar la condición del otro como semejante, con quien construir un vínculo de confianza mutua, respeto y trabajo de equipo»
Comparto también tu opinión sobre «el trauma vicariante» y sobre la actualización de vivencias antiguas. Ahí llegamos a lo que habría que de-construir. Yo diría desarmar, como si fuese una bomba de tiempo o una mina que se hubiese enterrado en lo más profundo de la carne y a cada probable detonador amenaza con explotar.
La metodología que utilizás me parece adecuada, iniciando con la producción del «archivo de escenas asociadas». A partir de ahí ya se observa tu interés en restituirle al sujeto una red vincular que lo aleje del aislamiento y la soledad. Me entusiasma después la relación que vas estableciendo entre percepción, pensamiento y acción. De este modo me parece entender que el proceso comienza a invertirse: de lo deconstruído se hará una nueva construcción a través del espejo múltiple, la investigación psicodramática y el role playng. Pienso que de veras debés conseguir un «entrenamiento y saneamiento del rol profesional». Sólo agregaría (para no dejarlo afuera) la acción residual en la que creo que es muy fuerte en el psicodrama y el sujeto tendrá que estar atento para sorprenderse y usarla en su beneficio.
Te felicito!, es un abordaje valiente, resiliente y estético. Útil y más que necesario.
Chau y hasta pronto! Alicia Romaña
Q/Guillermo: Disfruté de la lectura del material. Se advierte la articulación de los «saberes» que supiste con-jugar. La deconstrucción en el marco de lo grupal no se tienta en un distender la singularidad. Sin desconocer la libertaria eficacia de los reacomodamientos intrasubjetivos producto del intejuego fantasmático vas por mas; cierta trasgresión epistemológica propicia un compromiso que elude el voluntarismo gracias a las virtudes del dispositivo.
Para quienes nos inquieta lo grupal es un producto generoso que agrieta con novedad lo que inevitablemente tiende a cerrarse bajo el envoltorio de lo inasible.
Buena semana:
Jorge.
Hola Guillermo me llamo mucho la ateción tu articulo ya que colaboro en la asociación civil «ayudandoles a Triunfar» que apoya a niños con TDAH y con necesidades educativas especiales; menciono esto porque uno de los rubros con que trabajamos es la atencion integral del niño, esto es niño, compañeros de escuela, maestros y padres, creemos que apoyando todas estas areas se lograran mejores resultados en el desarrollo de estos niños, una de las formas de atención de nuestra propuesta de intervención se centra en la atención a los padres de la cual yo estoy a cargo, inicialmente planteamos la formación de grupos de ayuda mutua, pero al leer tu propuesta sobre grupos de deconstrucción me parecio que se apega mas a las necesidades de estos padres, me gustaria saber mas sobre este tema para fundamentar bien la propuesta, ¿pudieras apoyarme con algun material de fundamientación teoríca espacífica sobre grupos de deconstrucción? gracias por tu atención. saludos
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