Rosedal, poema inédito de Homero Manzi
Rosedal,
paisaje de peluquería
cursi como una pérgola
o como un paquete de masas con cinta azul y blanca.
Tal vez por eso mi aventura infantil te despreció
inclemente.
Y con malandrines prefería las arcadas del puente
donde pernoctan vagos filosóficamente.
Yo, cabalgando en un Ford modelo antiguo
hacía ruborizar a tus rosedales,
pero tus mujeres te vengaban por encima del hombro.
Rosedal,
con tus banquitos eunucos pintados de merengue,
donde posan seguras las nalgas
tres vírgenes largas
porque siempre son tres las flacas incontaminadas.
Yo de puro atorrante
te pondría faroles
y casitas de lata
y zaguanes oscuros con humedad de besos
y perfumes de albahaca.
Y en tus paredes planchadas al rodillo
pondría un organito, un rengo,
una esquina,
un boliche y una muchacha.
Rosedal,
Parnaso decadente
donde duermen las musas
cien veces benditas de los Intendentes.
Cada vez que contemplo tu lago
sarcófago de fetos y de un descuartizado
siento unas ganas locas de adornarlo con tachos
latones
botas viejas
con una cama jaula
con una escupidera
igual que en los fanales de Pompeya.
Homero Manzi
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De entre las valoraciones del estudio, cabe destacar la realizada por el presidente de la Federación de Clínicas Privadas, Fernando Mesa del Castillo, pues afirmó que uno de sus retos era dar a conocer la labor del sector privado en la sanidad española. Y, después de haber señalado que 2010 debería ser la etapa de la profesionalización de la estructuras organizativas de la hospitalización privada, señaló que había llegado el momento de acabar con el debate estéril entre sanidad publica y sanidad privada.