La gente, para el poeta Hamlet Quintana Lima
Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con sólo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con sólo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después, como si nada.
y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.
Fotografía: Sebastián Autilio
Hola Guillermo. Me ha gustado mucho el poema de «La gente, para el poeta Hamlet Quinatana Lima». De este poema no sé mucho que comentar pero le diré algo breve.
Es verdad, que a veces, con una sola palabra reanimamos mucho a los demás; con sonreir podemos alegrar a muchas personas y con sólo dar la mano podemos romper la soledad. Lo mismo digo que con sólo abrir la boca podemos llegar a todos los límites del alma y muchas cosas más. Nos tenemos que dar cuenta que hay gente que es «necesaria» y nos anima en todos los sentidos. Nunca tenemos que prescindir de estas personas, pues las hay, y nos dan todo lo que tienen y más. Eso es muy importante considerarlo, que muchas veces nos sentimos solos sin motivo, porque no acudimos a pedir ayuda a gente que seguro nos la ofrecerá. Nadie está solo; todo el mundo conoce a alguien en quien confiar. ¿No es así, Guillermo?
Un fuerte abrazo,
Ana Mª Taboada