Por qué los hombres no entendemos a las mujeres llegó a México
Es una enorme alegría para mi que este libro haya sido publicado también en México.
Permite que todas las investigaciones sobre masculinidad que hemos forjado con los colegas de esas y otras latitudes estén disponibles para todos ellos y para el gran público en general a quienes esta dedicado este trabajo.
Ha sido un desafío expresar todas estas ideas en un lenguaje claro y llano con humor, respeto y toda la calidez de los testimonios de quienes participaron del trabajo con nosotros.
Gracias a todos los que han hecho posible este nuevo paso en el camino y bien venidos los comentarios que cada lector nos quiera hacer llegar . En www.varones.com.ar y en www.guillermovilaseca.com.ar publicaremos con gusto todos los aportes que recibamos.
Por qué los hombres no entendemos a las mujeres
Ciudad de México.- «A las mujeres no hay que entenderlas…hay que quererlas», resuena un argot popular que, lejos de aclarar la situación deja todo a la deriva, no así «Por qué los hombres no entendemos a las mujeres» (Ediciones B, 196 páginas), libro escrito por el psicólogo Guillermo A. Vilaseca, quien fuera presidente de la sociedad argentina de psicodrama.
El eterno misterio femenino conlleva a que los viejos modelos no han sido superados, los nuevos no se han terminado de consolidad y entretanto hombres y mujeres suelen transformarse en contendientes de una más o menos explícita «guerra entre los sexos». Para el autor este libro ofrece a los dos bandos una «mesa de negociación para procurar el encuentro».
-No es un manual de instrucciones
Para Vilaseca, «Por qué los hombres no entendemos a las mujeres», no es un manual de instrucciones, «como si el tema que nos interesa pudiera equipararse al manejo de un automóvil o un electrodoméstico. El manual no puede escribirse porque, aun cuando esté inserto en un universo sociopolítico y cultural que es condicionantes, cada uno de nosotros es un ser particular, único.
«Vivimos un momento de la humanidad caracterizado por el cambio en todas las áreas de la vida. Cambio veloz, constante y muchas veces imperceptible, que a menudo no nos da tiempos suficiente para metabolizarlo y percibir las transformaciones a nivel de nuestra subjetividad. Para decirlo de otra manera: no nos da tiempo para reposicionarnos en la cancha de la vida».
Divido en seis capítulos («La media naranja», «Ellas dicen que somos discapacitados emocionales», «¿Dominadas por las hormonas?», «La paradoja del proveedor», «No podemos hablar» y «Las cuatro estaciones» -además de un epílogo-, Por qué los hombres no entendemos a las mujeres», este libro, para el prologuista David Szyniak «nos muestra una forma de trabajo que intenta no caer en reduccionismo simplificadores, a través de relatos de historias de vida, del desarrollo detensiones conflictivas actuales, de diálogos no concluyentes pero esclarecedores, de escenas de la vida conyugal».
…»En mi práctica clínica -establece Vilaseca- con grupos y parejas y, en los últimos años, coordinando grupos de reflexión de varones y talleres intensivos sobre los temas vinculados con la masculinidad y la femineidad, hombres y mujeres suelen tender al extremismo o convertirse en contendientes dentro de un enfrentamiento, que s i bien tolera distintas designaciones para los bandos, es frecuentemente caracterizado como guerra entre machistas y feministas. ¿De qué nos defendemos? De la posibilidad de pensarnos, sentirnos y vernos a nosotros mismos distintos de lo que suponemos y pretendemos ser, de la intolerancia a estas diferencias y en consecuencia, a la posibilidad de convivir con ellas.
Tal como escribió Fritz Pearls a principios del siglo XX y que se le conoce como Oración Gestálica de la Pareja, «una suerte de manifiesto que de alguna manera libera a ambos, varón y mujer de quedar atados a los estereotipos que imponía las tradiciones hegemónicas de la época y que aún hoy sigue aportando a la creatividad en la pareja: «Yo soy yo. Tú eres tú. Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas. Tú no estás en este mundo para cumplir las mías. Si en algún momento o en algún punto nos encontramos, será maravilloso. Falto de amor a mí mismo, cuando en el intento de complacerte me traiciono. Falto de amor a ti, cuando intento que seas como yo quiero, en vez de aceptarte como realmente eres. Tú eres Tú, y Yo soy yo.
Escrito por Roberto Rondero
Publicado en El Sol de México el 08/08/2014