Hitos e interrogantes en la historia de la Sociedad Argentina de Psicodrama
Estimados colegas, estudiantes, amigos, conocidos y desconocidos. Parte de lo que hoy quiero compartir con Uds. es una reseña histórica. Propongo entonces a los conocidos, que se dejen llevar como en un ensueño dirigido, un psicodrama interno y a los desconocidos que alimenten su curiosidad.
Al pensar en las palabras de apertura de estas V Jornadas de Psicodrama e imaginarme en este lugar hablando con Uds. registré nuevamente en mi, dos sensaciones coexistentes: riesgo y oportunidad.
Dos sensaciones con las cuales hemos convivido durante los últimos años, años de crisis. Los cambios vertiginosos, de todos los signos imaginables, que han ocurrido, ocurren, y parece seguirán ocurriendo, las hace omnipresentes. La intensidad de estas sensaciones ha sido y es determinante en la posibilidad de elaboración de proyectos, cuando prima la oportunidad, o en el quedar sumidos en el estupor y la parálisis, cuando predomina el riesgo.
La Sociedad Argentina de Psicodrama nace como un proyecto en 1980, durante la dictadura. Surge en el marco de una propuesta de los colegas brasileños de fortalecer y promover el movimiento psicodramático latinoamericano, del cual la Argentina fue pionera.
Deseábamos crear una entidad representativa de las distintas corrientes del psicodrama en el país. Entre los objetivos del acta fundacional figuraba: incluir a todas las corrientes que tuviesen que ver con el quehacer psicodramático para favorecer el intercambio, el enriquecimiento y la creatividad. Esta entidad daría cabida sólo a personas y se constituiría en Sociedad Civil sin fines de lucro.
Así se generó un espacio democrático que nos permitió, por un lado, salir del aislamiento y recuperar la riqueza del encuentro. Por el otro, proponer una psicodrama que favoreciera las capacidades para el cambio y no para el sometimiento irreflexivo a condiciones de vida que limitan las posibilidades del individuo.
En Octubre de 1983, finalizada la dictadura, después de la Guerra de las Malvinas, realizamos nuestras Primeras Jornadas de Psicodrama: Jornadas de Intercambio, Profundización y Extensión de conocimientos y Aplicaciones del Psicodrama.
Se iniciaron con un panel, donde les preguntamos a representantes de distintas líneas de pensamiento en psicodrama y grupos: «¿En qué están hoy?. Esta misma pregunta fue la que reiteramos y respondimos a lo largo de cada una de las jornadas siguientes, marcando el sentido de nuestras reuniones: encontrarnos, preguntarnos, intercambiar, enriquecernos y generar nuevos interrogantes y proyectos posibles.
La producción de aquel panel fue el contenido que dio origen al número «0» de nuestra revista, o número de caldeamiento.
La apertura democrática nos facilitó la posibilidad de desplegar actividades en la comunidad y es así como nace la Comisión de Apertura a la Comunidad. Esta se propuso realizar tareas de prevención primaria en la población y tareas de saneamiento del rol con los agentes del campo de la salud y educación públicas.
Para agosto de 1985 realizamos nuestras Segundas Jornadas en el marco del Encuentro Internacional de Psicodrama y Psicoterapia de Grupo. Fue el inicio de una elaboración colectiva de lo sucedido durante la dictadura a nivel sociopolítico y especialmente en nuestra profesión en el ámbito de la salud y la educación.
Convocamos al encuentro junto a otras instituciones, intensificándose, a partir de ese momento, las relaciones interinstitucionales. Se gestó así la unidad de la delegación argentina al Congreso Internacional de Grupos en Zagreb, Yugoeslavia. El conjunto de los trabajos presentados dio origen a los libros: «Temas Grupales Por Autores Argentinos 1 y 2», publicados por la Sociedad Argentina de Psicodrama y Psicoterapia de Grupo, la Primera Escuela de Psicología Social «Enrique Pichon Rivière» y el Instituto de la Máscara.
Dentro de esta tónica de incentivar las relaciones interinstitucionales, surge la reunión científica de cierre de 1986, dedicada al encuentro con colegas del interior y de países hermanos. Ellos se hicieron presentes con su producción científica y se presentó el número 1 de nuestra revista, creada con el objetivo de difundir el quehacer psicodramático y grupal.
En mayo de 1987 habitamos por primera vez este espacio, que tan gentilmente nos cediera la Profesora Cristina Denes, Rectora del establecimiento. Eran las Terceras Jornadas: Psicodrama, un abordaje… una concepción… Se resaltó la idea del psicodrama como una manera de concebir el trabajo grupal, y no como una técnica. Vivíamos un mayo conflictivo, en medio de una crisis política que nos tenía preocupados, alertas e indignados.
Asistíamos a la aprobación de la Ley de Obediencia Debida por el Senado. La S.A.P. repudió todo intento golpista y autoritario que pretendiera quitarnos nuestros derechos Constitucionales y sumirnos en el caos.
Simultáneamente y con júbilo, porque sólo habían pasado seis meses desde la anterior, presentamos el segundo número de nuestra revista.
Se inicia el proyecto de la Escuela de Psicodrama, no como un lugar más de transmisión sino con el espíritu de una escena de circulación de conocimiento, afectos e imágenes. Plantearnos una formación psicodramática, donde la teoría y la técnica no estén divorciadas de la realidad y la ética.
En 1989 celebramos las tres décadas del psicodrama en la Argentina.
Homenajeamos a los pioneros, padres del psicodrama en nuestro país, en la aparición del número tres de nuestra publicación.
Abrimos los cursos regulares de la Escuela, de tres años de duración, siendo el último de especialización en las áreas clínica y comunitaria.
Signo de nuestra constante transformación institucional es la elección de la primera Comisión Directiva con cargos diferenciados. La Lic. Olga Albizuri de García, Toti para los amigos, es la primera presidente. Ella es uno de los miembros fundadores que con más tesón y pasión ha trabajado, trabaja y seguirá trabajando en el proyecto y crecimiento de la S.A.P.
En 1989 coexisten dos aniversarios: El centenario del nacimiento de Jacobo Levy Moreno y el cincuentenario del fallecimiento de Sigmund Freud. Los homenajeados dedicando a cada uno de ellos un número de nuestra revista.
Las elecciones presidenciales, los levantamientos militares, los hechos de La Tablada, la crisis económica, mantenían en alto nuestros niveles de ansiedad. Eran momentos de emoción y angustia social. Fue un gran esfuerzo mantener la institución funcionando, sosteniendo el crecimiento profesional y el modelo democrático de trabajo. Es por ello que nos autoalertamos en la Editorial de nuestra revista: «Cuidémosla, trabajemos para que crezca, defendámosla de los ataques y sabotajes posibles, sean estos conscientes o inconscientes y provengan de donde provengan».
En esta época, el diálogo con Fernando Ulloa nos permitió repensar nuestra articulación institucional.
Las Cuartas Jornadas retomaron la idea del psicodrama como concepción y dieron un paso más: plantearon la cuestión de la multiplicidad de las concepciones del psicodrama en la actualidad. Nuevamente fuimos cobijados por esta casa.
Con nuestros anfitriones, a esta altura tenemos un intenso intercambio institucional: La Comisión de Apertura a la Comunidad realiza tareas con alumnos y docentes de la casa.
La pasión por el proyecto permitió sobrellevar -no sin dificultades- la adversidad de las condiciones sociales, políticas y económicas, signo de lo cual fueron los ejercicios que un grupo de militares realizaron aquí enfrente en la mañana del sábado de esas Cuartas Jornadas. El domingo tuvimos que sortear la inundación para poder encontrarnos.
El proyecto de contar con una casa y dejar de alquilar por horas estaba maduro. Las condiciones contextuales eran ciertas, pero, en un impasse sobre fin de año y con la sensación de posibilidad que nos dejaron las jornadas no animamos a alquilar una Sede propia. Solo había sido un impasse. La hiperinflación nos sorprendió en la mitad de la refacción. Aun sin contar con las condiciones de comodidades deseadas empezamos en 1990 con una reunión científica titulada: «Proyecto. ¿Qué proyecto?».
Nos sentíamos en un lugar propio con todo para hacer. Un lugar donde anidar, proteger, preservar las ganas de proyectar. En él festejamos, en junio de 1990, nuestro décimos aniversario y en diciembre se llevó a cabo el acto de egreso de la primera promoción de la Escuela. El contar con un espacio propio nos permitió multiplicar y diversificar las actividades científicas con Seminarios, Conferencias, Charlas y Talleres…
Esta secuencia d evento nos pone de manifiesto que cada punto de cierto equilibrio del caos, es punto de llegada y puerto de una nueva partida, pasaje hacia nuevas intensidades.
Nos encontramos a fin de siglo, fin de milenio, en un país latinoamericano convulsionado por causas específicas y regionales, en el marco de una crisis del sistema político internacional que nos ha enfrentado a cambios impensables: caída del muro de Berlín, guerra del Golfo, el tambaleo de U.R.S., las apariencias de un mundo unipolar.
Hoy, a quinientos años del descubrimiento de América y del genocidio de la conquista, ¿qué historia tenemos la oportunidad de empezar a escribir nosotros, ahora?.
¿Qué desafíos perspectivas, proyectos y esperanzas nos planteamos en el Sur? ¡Que también existe!.
¿Cuál es el riesgo de daño material y psicológico del progreso y la modernización, en el camino hacia el Primer Mundo, cuál es la oportunidad?
Es desde aquí que nos preguntamos: ¿Por qué y para qué Psicodrama en Latinoamérica?
¿Cuál es la escena? ¿Cuál es el drama de la Argentina? Privatizaciones. Desempleo. Corrupción. Violencia. Impunidad. Jubilados desprotegidos. Niños que mueren por desnutrición y falta de vacunas para el Sarampión. Adolescentes maltratados, matados, expulsados. Deportistas y artistas que ocupan cargos políticos. Secuestros inexplicables. Atentados impunes…
Una enorme masa de gente que sigue haciendo su trabajo de todos los días. Jóvenes que estudian. Parejas que se aman. Gente que se casa. Hijos que nacen.
La vida sigue, a pesar de todo o con todo lo que pasa. Aunque haya que adaptarse activa y constantemente a nuevas circunstancias. Desde la pujanza de nuestros antecesores inmigrantes, reconocemos la capacidad de abandonar la seguridad de lo conocido frente a las posibilidades de lo incierto, no sin quedar marcados por la añoranza, a pesar de la pujanza.
Pero necesitamos revalorizar y tener en cuenta nuestros orígenes, nuestras raíces nativas y lationamericanas para que la añoranza no nos capture.
¿Cuál es el posicionamiento de la S.A.P. frente al daño psicológico que las actuales condiciones determinan?
¿Cuáles pueden ser las acciones a nivel prevención que podríamos desarrollar en el marco de las profundas transformaciones que se dan en este momento, sin claudicar y manteniendo una mirada crítica, problematizadora de nuestra vida cotidiana, desmitificadora de ídolos extranjerizantes y paterno-filializantes?.
Creemos que el psicodrama sirve hoy por hoy por lo que sirvió desde su invención. Porque permite desocultar algunos de los sentidos de la escena, jugar las diferencias de miradas, y lo común y específico del drama.
Las crisis reclaman que cada uno recupere o alcance su protagonismo y desde allí, el encuentro solidario en el proyecto.
Por eso: Escena-Drama-Proyecto son los ejes desde los cuales enfocaremos las temáticas del hombre y la mujer, de la infancia y la adolescencia, de los derechos humanos, de las instituciones, de la educación, de los grupos, del psicodrama en América Latina. En estas V Jornadas que son ocasión también para la presentación del número 6/7 de nuestra revista.
Dentro del criterio ético-ideológico que sustentamos, es necesario plantear alguna puntuaciones del encuadre que posibilitan precaverse de ciertos riesgos.Es esencial y tarea de todos, garantizar las condiciones de seguridad psicológica que resguarden la tarea propuesta. Se trata de no movilizar lo que no podamos contener ni corresponda en el marco de una situación pública. De no transformar en obscena la mirada, ni desde el que mira, ni desde el que se muestra.
Para encontrarnos con l potencia y evitar la frustación, es fundamental reconocer los límites.
Para terminar, quisiera compartir con Uds. algunos otros interrogantes e inquietudes:
¿Qué sentido tiene el alto nivel de susceptibilidad y exasperación reinante en el medio Psi? ¿Seremos receptores de altos montos de angustia social? ¿A qué responde la proliferación de evento, jornadas, encuentros, congresos, que se están dando este año en nuestro medio?
¿En qué máquina nos introduce la proliferación de instituciones privadas en nuestro medio? ¿Es reflejo de las privatizaciones y del desmantelamiento de los sistemas públicos de salud y educación? ¿Cómo contribuir al saneamiento de la red de instituciones y grupos de las áreas de salud y educación? Poder encauzar un movimiento de conjunto y no quedar cautivados por una inercia, reflejo del contexto que atenta contra uno de nuestros intereses más caros: la solidaridad en que convivan las diferencias, la multiplicidad de enfoques, la riqueza de lo diverso y un accionar concreto en el marco comunitario.
Damos por iniciadas estas V Jornadas, esperando que todos los conflicto que logremos generar sean oportunidad de lograr un cómo superador, que no oculte ni capture y promueva la circulación y el devenir.
Antes de finalizar quisiera hacer algunos reconocimientos, ya que los cansaría si detallara todos los apoyos recibidos.
A Enrique, quién asumió el compromiso de llevar adelante durante todos estos meses el control de gestión de todo lo detalles micro y macro de estas Jornadas.
A Toti, que se hizo cargo de la coordinación científica.
A la Comisión Directiva, que me acompaña en esta gestión.
Por último, quiero aprovechar esta circunstancia, para hacer un reconocimiento muy personal y especial a mi madre por haberme enseñado con su ejemplo a luchar en la vida si sentía que tenía razón y deseo; a mi mujer que me ha acompañado y alentado durante todos estos años; a mi hija, que ha tolerado los días en que le resté algo de su tiempo; a Ana, mi co-equiper, hermana y amiga que ha estado a la par mía preparando estas palabras.
Lic. Guillermo A. Vilaseca