Por qué los hombres no entienden a las mujeres: Guillermo Vilaseca da su versión
El libro “Por qué los hombres no entendemos a las mujeres”, de Guillermo Vilaseca, publicado por Ediciones B, es un trabajo que aborda los cambios en los roles de los dos géneros en la sociedad actual, pero se centra más en la conducta de los varones para exponer las dificultades en el nuevo vínculo a que obligan los tiempos.
Vilaseca es un psicólogo con más tres décadas de trabajo profesional, pero especializado en la conducta de los hombres.
En el libro, el autor observa que la incorporación masiva de la mujer al trabajo fuera de la familia provocó modificaciones en la relación matrimonial, situación a la que se adaptaron mejor las féminas.
La tradición indicaba que el hombre era quien preveía la manutención y que la mujer criaba a los hijos. El primero estaba para el afuera y ella resguardaba la familia. Desde las primeras décadas del siglo pasado esta tradición entró en crisis.
La mujer tiene los hijos, pero la crianza puede quedar en manos de uno u otro o de los dos, salió del rol exclusivo de la madre. Este corrimiento en el rol le ha agregado al varón otro escalón de complejidad al intento por comprender a la mujer.
“Probar formas nuevas de vincularse es sin duda un trabajo arduo que implica la superación del conflicto entre los roles incorporados en la tierna infancia y las elecciones que podemos hacer en nuestro presente”, resume Vilaseca.
Por su larga vida profesional, el autor repasa la serie de fantasmas que aquejan a los hombres a la hora de afrontar la relación con la mujer, sea la esposa como la madre, que lleva a los varones a preguntarse por qué no las entienden.
Otra conclusión del libro es que a lo hombres les cuesta concebir que la idea de que son la “fuente de satisfacción” de sus mujeres “es una imposición propia”, un mandato vigente desde tiempos inmemoriales.
El autor cree desde su experiencia que “cuanto más se proponga un varón darle todo a la mujer, mayor va a ser su frustración y más frecuente la queja `nada la satisface`”.
Vilaseca llega a la conclusión que el varón todavía puede estar aturdido con los cambios sociales porque “confunde su rol de compañero con el de generador de las condiciones de satisfacción existencial del otro”. (Télam)