En los últimos años se ha incrementado cada vez más las consultas al psicólogo
Nuestro país parece alejarse del viejo prejuicio que el psicólogo es para los locos. Esto se debe a que se han modificado las creencias de que “para consultar a un profesional de la salud mental hay que tener una enfermedad psicológica o los que asisten a la consulta son locos”
Podemos ver entonces que para concurrir a una consulta psicológica no es necesario estar “enfermo”, “loco” o ser “raro”. Hay un cambio de paradigma, de pensamiento, por el cual pedir ayuda a un profesional está naturalizado, forma parte de nuestras actividades diarias y están incorporadas como aquello que nos hace bien y que nos permite cambiar nuestra calidad de vida.
La terapia comienza a cumplir un rol diferente, ya no desde un modelo médico de “curación”-como se entendía antes-, sino para mejorar la calidad de vida: “Muchas personas que nos consultan no sólo quieren modificar los aspectos de sus vidas, respecto a los cuales no están satisfechos, sino también lograr acercarse a expandir todo su potencial como seres humanos y llevar sus vidas de manera placentera”.
Los argentinos asisten a una psicoterapia para encontrar respuestas, herramientas o recursos para modificar su calidad de vida, para aplicar en su vida cotidiana.
Los motivos de las consultas son diversos: pueden ser problemas de pareja, de familia, laborales o familiares. En las consultas con niños, las temáticas rondan en los problemas escolares, de relaciones con sus pares o las dificultades que acarrean los divorcios y conformación de nuevas familias.
Tendencia
Las consultas con el psicólogo van en ascenso, tanto es así que en el último año hubo un 30% más de pacientes. Argentina, es el país con más psicólogos en el mundo, y eso lo indica que hay 154 profesionales por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media mundial
La psicología, tiene aceptación en hombres, mujeres, niños, adolescentes y grupos psicoterapéuticos, pero su mayor franja es la femenina, quienes están más permeables al cambio, a la introyeccción, al contacto con las emociones y poder modificar aquello que les molesta.
Estas también constituyen el mayor porcentaje de profesionales en el área.
En cuanto a las edades de las personas que consultan oscilan entre 25 y 50 años en su mayor porcentaje. Son personas que están transitando etapas vitales en las cuales se producen cambios importantes y buscan ayuda para poder resolverlos.
Con respecto al nivel socioeconómico, se distribuye en todos los segmentos, las diferencias serán los temas por los cuales consultan y comienzan un tratamiento.
Con respecto a la cantidad de personas que alguna vez han consultado a un psicólogo podría decirse que entre 3 o 4 de cada 10 personas.
Otro dato interesante es la cantidad de instituciones dedicadas a formar psicólogos asi como también las orientaciones y escuelas psicológicas: psicoanálisis, análisis transaccional, sistémica, pnl, cognitivo conductual, gestalt, Erickson, entre otras. Esta amplitud de escuelas y técnicas y distintas formas de trabajo, permite a los argentinos buscar las mejores opciones que se adapten a sus necesidades actuales. No existe una teoría para todas las personas que asisten al consultorio psicológico.
Pero lo más importante: buscar respuestas y tener recursos para poder estar mejor, conocerse más y desarrollar todo su potencial. Y cada vez más, creen que lo obtendrán con ayuda profesional: de un psicólogo, siempre teniendo en cuenta que el trabajo será un trabajo en equipo.
Escrito por la Lic. Cecilia Lotero MN 37589
Integrante del equipo profesional – INEPA -Instituto de Psicología Argentino